lunes, 10 de junio de 2024


COMO HE hecho gastos ingentes en material para mis quoteboots (rotuladores, folios de colores, cinta de dos caras, ganchos adhesivos, cúter, tijeras), me he plantado casi sin dinero antes de llegar a mitad de mes, esa historia tan familiar para mí. Hoy me ha sucedido algo inaudito en el supermercado Ahorra Más, y es que por primera vez en mi vida he decidido no comprar lechugas (las lechugas y las naranjas son la base constitutiva de lo maricrónico) debido al precio escalofriante de 1'79 el ejemplar. Aclaro que solo compro lechugas variedad edurne o batavia u hoja de roble, las romana o iceberg ni las miro. 

Una sociedad que saca a la lechuga de los productos-para-pobres es una sociedad condenada. ¡Y pensar que todavía hace dos años me compraba tres lechugas por un euro en el mercado de Coimbra!