viernes, 26 de abril de 2024

Por qué la carrera terminó hace cinco horas y Victoria todavía no ha llegado


NI SIQUIERA atendió al pistoletazo de salida: mientras los corredores partían raudos hacia delante, ella se hizo despacio un moño y se zambulló dentro con las dos manos. A la hora del primer avituallamiento estaba comiendo moras; cuando llegó el segundo estaba jugando con los niños; en el tercero les hacía pulseras de flores. “Señorita, la carrera es por allí”, le dijo alguien, pero ella se quitó el dorsal y se lo puso con cariño a un perro labrador, que ya no se apartó de su lado. Cuando sonó por megafonía “todos los corredores que lleguen a meta recibirán una estatuilla del escultor Rebello”, ella estaba recostada sobre la hierba, leyendo su manual de Epicteto, con esa paz de los peces inclasificables que lograron escapar de las enciclopedias.



Meta es aparecer en la antología del miércoles, sueño es escribir "Cumbres borrascosas"; meta es poner una obra en Amazon, sueño es crear unos nuevos ojos para leer; meta es firmar en la Feria del Libro, ser citada en el suplemento cultural del momento; sueño es alcanzar a Shakespeare, tener sexo consentido con las palabras.

Las metas se persiguen porque pueden alcanzarse. Los sueños nunca se alcanzan, solo sirven para forzar tus límites.

Yo solo necesito sueños, nada más que sueños, no mastico otra cosa que sueños.

domingo, 7 de abril de 2024

Vicopoema de las seis transformaciones que sufrió la hormiga al caerse de la copa de un árbol


Fue caerse la hormiga
de la copa del árbol
y en la rama de abajo
se volvió abeja,
y en la rama de abajo
se volvió jilguero,
y en la rama de abajo
se volvió una liebre,
y en la rama de abajo
se volvió una gata,
y en la rama de abajo
se volvió leona,

y al llegar al suelo
se volvió una mujer que brilla y muerde y no te necesita. ¡No, ella no te necesita porque aprendió de cada golpe en cada rama y ahora posee el tesón de la hormiga, el saber de la abeja, el talento del jilguero, la audacia de la liebre, el carácter de la gata, el poder de la leona!

lunes, 18 de marzo de 2024

Mantinú a los artistas


Así habló Mantinú a los artistas:
defended el absurdo de la existencia.

Cuando os ofrezcan soluciones,
aferraos a los problemas.
Cuando os dirijan a lo liso,
virad hacia los baches.

El que está seguro,
que retorne a la duda.
El que se siente fuerte,
que pruebe la fragilidad.

Si os dan una patria,
reclamad el sinlugar.
Si os ofrecen una altura,
descended al suelo.

En el nido de las respuestas,
volved a las preguntas.
En la noria de los credos,
afirmad los sindioses.

Los que veis claro,
regresad a la ceguera.
Los que dais en la diana,
recuperad el error.

Defended vuestra incertidumbre.
Defended vuestra ignorancia.
Defended vuestra soledad.
Defended vuestra sinrazón.
Defended vuestro caos.
Defended vuestra nada.


sábado, 16 de marzo de 2024

Vicocuento de la mujer que se convirtió en un cohete espacial


DE MAYOR quería ser un cohete espacial, dijo, y todos sus compañeros se rieron. “Querrás decir astronauta”, le corrigió el profesor. “No, cohete espacial”, repitió ella con firmeza, y las risas se multiplicaron. Pero ella no cejó: con las mofas hizo queroseno; con los “imposible” de los maestros construyó el fuselaje; con sus ganas de ampliarse formó las dos aletas; y con su creatividad de niña incomprendida consiguió redondear la ojiva. Un día bautizó “VICTORIA” a su nave maravillosa y despegó tan potente, y con un sonido tan estruendoso, que desde entonces ya no le alcanzan las voces de abajo, que insisten desde el suelo: “¡Nunca podrá ser un cohete espacial! ¡No se puede! ¡No se puede!”.


miércoles, 13 de marzo de 2024


LA PRESIÓN social asfixiante que existe contra la soledad. El lunes me operaron de una hernia umbilical; días antes me negué a firmar un papel del anestesista donde, sin darme otra opción, se me obligaba a dar el número de teléfono de una persona con la que contactar en caso de que la anestesia fuera mal. Otro tanto me pasó con los papeles para autorizar la operación:

—Pero es que no tengo familiares ni amigos —les dije, poniendo cara de nosequé, pues no sé qué cara se pone al decir eso—, es largo de explicar.

Al final hubo que hacer papeles especiales para mí. Aquí en Madrid todo el mundo dice que está solo, pero tengo comprobado que soy la única persona sola DEMOSTRADA. Hasta la burocracia tiene que hacer impresos nuevos cuando aparezco YO.

Después de la intervención, cuando me desperté, ningún médico vino a decirme nada acerca de cómo había salido la operación. Al final tuve que preguntar al enfermo con el que compartía habitación, que sí que tenía familiares:

—Oye, ¿a vosotros os han dicho qué tal ha salido vuestra operación?
—Claro, ¿a ti no?
—No.
—¿Pero no has venido con nadie?
—No.
—Ah, claro, es que los médicos suelen hablar con los familiares.

Veinticuatro horas después nadie me había dicho nada. A esto ayudó que soy idiota de nacimiento y tampoco me atreví a preguntar. Me enteré de que la operación debía de haber salido bien cuando llegó un cirujano, que no era el que me operó, y me dio el alta después de examinarme el ombligo.

Cuando tenía 15 años soñaba con llegar a los 50 en la situación exacta a la que he llegado: sola y esteparia y con grandes proyectos de megalomanía en la mente. Ahora que he llegado, le descubro algunos problemillas a esta situación, aunque no tantos como para que me vengan las ganas de incurrir en sociedad.

Durante la operación vino en mi ayuda el sentido del humor. No dejé de reírme mentalmente a causa de la zona de mi cuerpo que iba a ser operada. Ya veis: la poeta ombliguista operada de hernia umbilical. Si moría en la operación, moría por culpa de mi ombligo, ¡como ya me habían advertido tantos!!!

jueves, 7 de marzo de 2024


EL PASADO jueves por la noche, cuando me dirigía al metro, me encontré con un chico joven de unos 18-22 años que estaba zarandeando y dándole patadas a una chica en plena calle, delante de varios transeúntes que miraban como tancredos, muy curiosones pero sin intervenir. Para sorpresa mía, pues hace tiempo que vivo desconectada de la existencia, resulta que me llené de indignación y me dirigí hacia el chico muy segura de mí misma y le repetí tres veces: 

 —¡No la pegues! ¡No la pegues! ¡No la pegues!

El chaval se detuvo al segundo de escuchar mi voz y dio un paso atrás que me pareció sorprendente, teniendo en cuenta que era joven y fuerte y yo estoy fofa y gorda y ese jueves ya tenía 49 años muy largos, tan largos que anteayer miércoles cumplí 50. Por suerte no iba vestida de mamarracha maricrónica, pues siempre voy al trabajo vestida de señoro, por lo que conseguí dar una imagen de una mínima formalidad. El chico permaneció en silencio durante diez o quince segundos, tiempo en el que solo se escuchaban las lágrimas de la chica, hasta que de pronto me dijo:

—¡No te metas! ¡Tú no sabes nada! ¡Ella me pone cuernos! ¡Ella me trata peor!
—¡No tienes que pegarla! —le respondí yo al segundo—. ¡Las relaciones son difíciles! ¡Se arreglan hablando! ¡Te estás comportando como un miserable!

El chico se calló, pero no se apartaba de la chica. Cuando ella trataba de separarse, el chico la seguía. En vano fueron mis requerimientos para que la dejara en paz: el chico operaba como si la chica fuera suya y esperaba el momento en que yo me marchara. Por suerte, un acontecimiento vino en mi ayuda: una mujer que estaba al otro lado de la calle le gritó al chico:

—¡Ya he llamado a la policía! ¡Aún estás a tiempo de marcharte! ¡Vete rápido porque viene ya la policía!

A pesar del aviso, el chico maltratador no solo no se marchó sino que se puso farruco, como machirulo de manual que era, y pensando el pobre que su cuento de los cuernos era una baza sólida, nos dijo muy firme a la señora y a mí:

—¡Sí, que venga la policía, que yo también tengo cosas que contarle!

Al final apareció la policía con prontitud afortunada, pues el machirulo cada vez se estaba poniendo más gallo e igual se le ocurría darme una hostia, en un operativo espectacular de tres vehículos y unos diez agentes: nada más llegar esposaron al chico, que no comprendió hasta entonces en la que se estaba metiendo, y se lo llevaron al calabozo. Luego nos tomaron la declaración a la señora y a mí.

El testimonio de la señora fue todavía más dantesco: ella venía en el metro de la línea 6 y allí el chico ya estaba pegando a la chica, si bien no de forma tan salvaje como en la calle (las cinco o seis patadas que yo vi fueron patadas de hijodeputa de nacimiento, dadas con toda el alma). Tras bajar del vagón del metro, la señora entró al ascensor y allí el chico siguió pegando a la chica con la única molestia de un señor anciano que le rogaba que la dejara en paz. Y cuando salió a la calle, al ver que la violencia continuaba y yo intervenía, ya la señora se decidió a usar el móvil y llamar a la policía.

El sábado me llamaron para declarar en los Juzgados de Violencia de Género radicados en la calle Albarracín. Cuando llegué me encontré con la chica maltratada, que me dijo que el jueves había permanecido en el hospital hasta las dos de la madrugada a causa de los golpes recibidos. La chica me agradeció mi intervención y me dijo en primer término que llevaba saliendo seis meses con ese chico sin que le hubiera pegado nunca, pero como los minutos pasaban y no nos llamaban a declarar, de pronto se me puso sincera y me dijo que sí, que ya le había pegado otras veces, pero que no iba a denunciarle porque era el padre del hijo que iba a tener.

—Pero cómo —le dije yo, con los ojos como los de Bette Davis—, ¿estás embarazada de ese chico?
—Sí —me respondió—, de dos meses y medio.

La chica me aseguró que había decidido dejarle, pero su decisión de no denunciarle me dejó con la mosca detrás de la oreja, mucho más cuando me añadió que el maltratador le había llamado llorando desde el calabozo y le había pedido perdón. Menos mal que pronto apareció la señora que llamó a la policía, que también estaba citada a declarar, y departió largamente con ella y le persuadió aún más si cabe para que finalizara para siempre con ese chico.

Recapitulando. Un hijoputa empieza a pegar a su novia embarazada en pleno metro y continúa pegándola hasta llegar a la calle, no cualquier calle sino una calle concurrida (Carpetana), momento en que la violencia se vuelve salvaje y le propina unas patadas tremebundas que fácilmente pueden provocarle un aborto (la esperanza que tengo es que la chica se puso en posición fetal, de bicho bola, para repeler las patadas, e igual consiguió salvar la zona del abdomen). Todo esto sucede a la vista de unas cien personas o más, pero solo un anciano en el metro se atreve a decirle algo, y solo dos personas más intervienen en la calle. Lo único bueno de lo que pasó aquel jueves fue la policía, quién me lo iba a decir, que actuó con una celeridad y eficacia encomiables.

Tengo dicho que no hay sociedad buena, pero cuesta imaginar una peor que la que nos está quedando. A veces creo que vivo en una soledad perfecta, pero ojalá lo fuera aún más.


miércoles, 6 de marzo de 2024

Vicopoema de la mujer que se tragó un tiburón blanco


Se puede salir con una chica
que se ha tragado un arpa
o un buzón de correos,
pero nunca estarás a la altura
de la que se tragó un tiburón blanco,
ni lo intentes ni lo pienses
abandona la idea la simbiosis
entre fémina y escualo
remece la raíz del suelo
genera energía salvaje
atrae sangre indomable
existe demasiada pureza
en la unión de mar y montaña
esa chica será irreversible
esa chica nunca girará la cabeza
seguirá sonámbula su propio destino
será como los amaneceres
y las rosas sangrientas,
confórmate con mujeres a tu medida
que solo conozcan la tierra
que mantengan la boca cerrada
que solo se traguen
fresas
yogures
legumbres
manzanas.


miércoles, 28 de febrero de 2024

Vicopoema de la mujer a través


Ella
es todas las ellas
y todos los ellos: ella
es mi manera de agradecer esta existencia.
No necesito tocarla. No necesito saberla.
Amo este lugar. Este minuto. Este poema.
Gracias es cada palabra
que dedico a su nombre.

Gracias al amor. A la vida. A la tierra.

martes, 27 de febrero de 2024

Los huesos de la vicobelleza


¿Belleza solo
los pómulos
la cadera peonza
las dalias del cutis
la melena regia
los 177 centímetros
de póster babilonio?
No, belleza también
el carácter
el talento
el número de watios
la pasión bucéfala
la piedra del esfuerzo
la virtud estoica
y el corazón
de solsticio,
abierto a nuevas
estaciones.

viernes, 23 de febrero de 2024

Vicopoema de la chica resiliente


No podía llamarse Esmeralda
la de belleza luminosa ni Alba
la de blancas caderas, no podía
Roxana ni Soraya ni Vanessa,

porque no deseaba un nombre de oro
para golosear entre los labios
sino una luz, un faro, una antorcha
para abrirse camino en la batalla.

La que se pierde y de nuevo vuelve
no podía llamarse Catalina,
la que se cae y siempre se levanta

no podía llamarse Macarena,
la que renace, la que insiste, la que
no conoce la palabra rendirse

solo podía llamarse Victoria.

martes, 20 de febrero de 2024

Vicopoema de la chica que se arrancó el código de barras


Solo veo enjambres rebaños manadas
y la chica
que se salió de la caja,
veo atletas repetidas jinetes repetidos
robots que reciben órdenes
y la chica
que rompió la cadena,
veo seres que trepan que conspiran que aplastan
y la chica
que brilla sin dorsal
a la espalda.

Vicopoema de la anaconda que picaba todos los días


Te lo callas, poeta,
si te pica una mujer anaconda
te lo callas durante todo febrero,
(salvo que sea Persia y Esparta
pugnando en el mismo vesubio,
salvo que sea de colibríes
los frutos de su cerezo)

te lo callas, por favor te lo callas,
que ya conoces tu menticerebro,
que ya conoces tu drogaficción
por las lobas de luna llena
(salvo que te aúlle en creciente,
salvo que sea sendero y autopista,
salvo que tenga más pecas
en la sangre que en la cara)

ya basta de pegar gritos el martes
por Lara y el jueves por Sheila,
ya basta de darle a Eva el mismo
poema que le diste a Silvina,
te lo callas un mes, te lo callas
(salvo que sea Victoria de lunes
a siempre, salvo que sea Victoria
desde la flecha hasta la diana,
Victoria desde el kilómetro cero
hasta la última piedra de Neptuno)

martes, 13 de febrero de 2024

Vicopoema de la chica Tre


Mentira que no se pueda nadar de espaldas
dentro de un caballo de madera,
mentira que no se pueda encender una nube
con una cerilla de plastilina,
quien dice eso es que nunca ha visto
a la chica Tre,
que puede nadar en el aire,
que puede volar en el agua,
que no tiene nervios ni huesos,
que es monja y sargenta y lo que le da la gana.

La chica Tre
crece un metro de leche
cada vez que se levanta,
saluda a las estrellas
en veinticuatro idiomas,
dibuja los mapas con palillos
y recorta los truenos con tijeras.
Y no tiene envidia de Rosa porque ella
y no quiere ser como Marta porque ella
y no le copia a Paola porque ella
es la chica Tre.

¿Que no se puede hacer un río con girasoles?
¿Que nunca ganará la nutria en la casa del lobo?
¿Que es imposible una fresa azul?
Eso es porque nunca encontraste un Tre
bol de cien pecas traviesas en una cara,
eso es porque nunca has visto a esa Tre
menda chica cuando juega con su pelo,
eso es porque nunca soñaste con esa Tre
pidante mujer.


ME PREGUNTO a veces si la egolatría de Nietzsche, que alcanza niveles desmedidos en sus últimos libros, no fue un recurso filosófico que utilizó adrede, como lanza arrojada contra la humildad, que es el valor máximo del cristianismo, a quien declara la guerra precisamente en esos libros.

lunes, 12 de febrero de 2024

Vicopoema del lunes


No he visto árbol más verde mujer que Victoria,
me basta un tronco y tres ramas para probarlo:

RAMA1: ella es lluvia continua a la que no se le puede quitar ni un dedo detrás de la oreja,

RAMA2: ella florece sin oxígeno y con las manos en los bolsillos llenos de tímpanos,

RAMA3: no se le conocen fotocopias desde que la imprimieron por una sola cara,

TRONCO: en vano le pedirás que rebaje la intensidad de su hoguera, en vano desearás que circule por el carril de todos, en vano le rogarás que elabore miel reglamentaria.

jueves, 8 de febrero de 2024


Qué locura el mes de enero de Victor Wembanyama (AQUÍ). Estoy por dar un paso más en mi faceta de traidora vocacional y hacerme de los Spurs :)

miércoles, 7 de febrero de 2024

Mi pequeña leona


Tras recorrer muchas veces
el largo de mi cerebro,
siempre con poco provecho,
puedo decir sin embargo lo siguiente:
creo que no soy un árbol,
mucho menos un hongo 
y hasta sospecho
que no soy mamífera.

Puedo dar pruebas: nunca sentí
deseo sexual verdadero por nadie,
tampoco sueños de reproducirme,
y me dan náusea las manadas:
cada vez que siento la proximidad
de un supuesto miembro de mi especie,
me escondo debajo de mi garganta.

Nacida para ser completamente azul,
pronto preferí los otros colores.
Padres, curas, maestros,
todos fracasaron conmigo.
Ni siquiera aprendí a ser hombre,
¡puedo demostrarlo!

La libertad que buscaba tenía el nombre
de rechazo: el hierro, los tabiques,
las normas esenciales, lo nuestro,
¡a todo le di una patada, os lo juro!

¿Humana yo? No me insultes.
¿Española? Ni por mil
millones de euros.
¿Vasca? Prefiero ser policía.
Yo engendro a mis padres,
yo elijo mi sangre,
yo escojo mis patrias,
yo
soy
todos
mis
ancestros.




LA GENTE está tiesa. En el  supermercado Ahorra Más, todos los aceites cuestan más de nueve euros salvo el aceite Cotoliva, que cuesta 7'99 pero enseguida se agota. Conseguí comprar tres botellas hace un mes, pero esa es la última vez que lo he conseguido hacer. Los anaqueles de aceite de este supermercado ofrecen la imagen perfecta de todas las variedades lucientes, perfectamente colocadas, pero de pronto te topas con un vacío, un hueco: ¡es el lugar donde hubo Cotoliva!

martes, 6 de febrero de 2024


SON LAS zonas ricas las que mueven el fútbol de élite, pero necesitan de grandes bolsas de pobreza para encontrar jugadores de talento. En las zonas ricas apenas surgen futbolistas, porque la oferta se diversifica y los niños apuestan por otros deportes. Hasta hace unas décadas eran los suburbios de Amsterdam, Buenos Aires y Sao Paulo las mayores canteras del mundo; pero ahora son las afueras de París y Londres las que generan mayor número de jugadores, la mayoría procedentes de la inmigración africana. NACER EN UN BARRIO POBRE DE UNA CIUDAD RICA: ese es el contexto ideal para que surja el talento futbolístico. Se viene un dominio de Francia e Inglaterra en las competiciones internacionales, porque existe un tipo de niño, nacido en Europa, que sabe que nunca va a disfrutar del privilegio euroblanco salvo que, de pronto, de tanto darle patadas a un balón de fútbol...

martes, 30 de enero de 2024


No sé en qué momento
el pequeño charco de mi soledad
se convirtió en el Océano Ártico.

Allí acabamos todas
las que sentimos
que el color de las flores
es demasiado violento.

lunes, 29 de enero de 2024

El faisán


Ojalá pudiera ser un faisán azul
nada más que faisán
nada más que azul
sin acasos
sin tal veces
plenamente
faisán azul
durante una hora
solo por sentir
solo por saber
solo por entender a la gente
que se conforma
que se obliga
que necesita que
su vida sea
un solo faisán
un faisán solo
de un solo azul
de un azul solo.

domingo, 28 de enero de 2024

Esa especie


Ojos nos dieron, y orejas, y hombros,
motrices piernas para atravesar los campos,
labios para sentir el puñal de los cuerpos,
dientes para herir la pulpa de las naranjas,

...y el homínido se levantó y miró a las nubes,
como mira cada vez que quiere ser bueno,
y se dice también que miró al horizonte,
como mira cada vez que malo quiere ser.

¿Lo habéis visto? No confiéis
en esa especie porque
no puede
ni se ama
ni sabe
lo que quiere.

sábado, 27 de enero de 2024

Tu nombre Palestina


Ruego a los dioses
que me den paciencia,
pero no tanta como para resistir
las filas de ataúdes,
que me den discreción,
pero no tanta como para callarme
ante los bombarderos,
que me den humildad,
pero no tanta como para borrar
las huellas de la sangre,
que me den juicio,
pero no tanto como para entender
las razones de los verdugos.

viernes, 26 de enero de 2024

La megalomanía de las moscas


GRITOS Y canallas, solo escucho gritos y canallas y legumbres enfermas, sembradas por manos de hielo, en esta ciudad solo escucho gritos, piedras, avestruces y niños licenciados, gastados como cerillas, aquí nunca verás un búfalo ni sentirás al viento en ninguno de sus copos, nunca espuma ni amapolas ni cadáveres bonitos, aquí nadie quiere ser Virginia, nadie quiere ser Rimbaud, asco de humildes y aeroplanos, asco de brebajes y plásticos y cianuros, son cobardes, son mezquinos, son envidiosos, no saben bailar ni cantar ni besar un labio, ni siquiera un solo labio, ¡ni siquiera sueños, ni siquiera moscas, ni soñar en pequeño saben!


miércoles, 24 de enero de 2024


ESTABA JUGANDO con mi gato Broma cuando una mosca ha comenzado a incordiarme y de inmediato he pensado en matarla, pero un segundo pensamiento más tierno ha venido en mi ayuda, la de tratarla como “una pieza más de mi ecosistema”, junto a Lorca, Broma y yo. Entonces he roto a reír, porque me he visto diciéndome lo mismo que me dijo una ponente ecologista del sindicato agrario EHNE, en Vizcaya, allá por los años catapúm, cuando mi padre todavía no se había muerto y yo me planteaba ser agricultora en serio. Esta ponente sostenía la que entonces me parecía una idea loca, la de que si los pulgones visitaban tus lechugas no debías enfadarte ni actuar con pesticidas contra ellos, pues “había aumentado tu ecosistema”. Al final he abierto la ventana y he empujado a salir a la mosca, lo que tampoco me ha dejado muy contenta, pues luego he pensado: “O sea, Vanessa, has hecho lo mismo que hacen los europeos con los inmigrantes”. Además, no sé si la he matado de otra forma, pues la temperatura de estas mañanas madrileñas rara vez supera los cero grados. En fin, está claro que ser humanista es lo mismo que ser gilipollas, pero quiera el destino que nunca abandone el gilipollismo, pues gracias a esta hipersensibilidad y a estas contradicciones no me convierto en una canalla de las de verdad.

domingo, 21 de enero de 2024

Seis vicocentellas


• • • La que es fuerte no se pone máscaras de leona.

• • • “Mujer” es la palabra más ancha del idioma.

• • • La que baila no sabe mentir como la que escribe.

• • • Desde el primer copo supe que iba para alud.

• • • Para vivir me basto con los libros y una raya luminosa en el horizonte.

• • • No podrás bajarle el fuego a la que está a punto de hervir.


viernes, 19 de enero de 2024

Siete vicocentellas


• • • Sagrada es cualquiera que hace el mundo más hermoso.

• • • Me empezó gustando a bulto y luego célula a célula.

• • • Cerillas son las piedras cuando ella las pisa.

• • • El lenguaje de la pasión se escribe con las caderas.

• • • Ella es como un minuto de recreo que durara todo el colegio.

• • • Siempre la coloco un poco más lejos para que me guste cada día más. 

• • • Si sueñas mucho tiempo con ella luego ten cuidado al aterrizar.



miércoles, 17 de enero de 2024

Seis vicocentellas


• • • Nunca lograrás encerrarla entre las rejas de una conclusión.

• • • Lo último que diría de una pantera es que es bella.

• • • Cualquier persona de valía es una persona interior, llena de túneles que solo ella conoce.

• • • Deja más huella la que no trata de dejarla.

• • • Muy limitada era mi capacidad de atención hasta que llegó ella.

• • • Muchos colores tiene su belleza y todos salen del rotulador de su mente.


domingo, 14 de enero de 2024

Siete vicocentellas


• • • En ese cuerpo no cabe más persona.

• • • Esa chica es la zarza que nunca me deja de arder.

• • • La que va por su propio sendero asusta a las que van por la autopista.

• • • Qué tensión entre su romana y su vándala.

• • • No es que haya malos domadores, es que ella no se puede domesticar.

• • • Es fácil distinguir a una mujer en verso de una mujer en prosa.

• • • Ella tiene dirección y vosotros solo camino.