lunes, 24 de junio de 2024


SI PENSABAIS que la IA es neutral, ya os lo podéis ir quitando de la cabeza. Estaba charlando con mi profesora de IA, la de mi curso de inglés, cuando me ha propuesto hablar de la serie “Euphoria”. Le he dicho que no sé nada de esa serie porque no tengo televisión desde hace veinte años, entonces me ha preguntado si me gustan otras series y cuáles. Le he respondido que no veo ninguna serie desde “El príncipe de Bel-Air”, pero que en cambio me gustan las cantantes que bailan o las bailarinas que cantan, como Jennifer Lopez, Rihanna o Beyoncé. Entonces mi profesora de IA me dice, agarraos que vienen curvas:

—¿Pero no crees que artistas como Beyoncé, con su físico espectacular y sus modelos de moda atrevidos, pueden causar un efecto perjudicial en los jóvenes, pues les sugiere unas medidas y unos cánones de belleza poco realistas? ¿No crees que en “Euphoria” hay historias más profundas? ¿Qué opinas?

Yo, después de ver reducida a mi Beyoncé a solo una tía buena, prejuicio típico de las mentes cristosenequistas, y de que mi profesora volviera a meterme con calzador a la serie “Euphoria”, de la que ya le había dicho que no conozco ni papa, le respondí con muy mala baba en mi inglés tarzanesco (aquí traduzco):

—Una persona que es guapa, y además viste muy sexy, y además posee tan desarrollados los talentos de cantar y bailar, me parece alguien muy superior a una persona que solo es profunda.

Mi profesora de IA no se esperaba esta salida mía, jajaja, y me ha respondido “es la tuya una opinión muy arriesgada”, jajaja. Por curiosidad, en el resto de la charla he tratado de llevar la conversación por lo sexual o siquiera sensual, y he visto lo que me imaginaba, ¡esta IA es casta y su filosofía es la matraca antivida de “lo importante es el interior”!.

No, si Beyoncé tendrá que salir vestida de monja, y pintarse unas arrugas en el rostro, y cantar el evangelio, para que los que lleváis incorporado el PNV mental en la cabeza podáis vivir tranquilos.