Ramón Eder: "Los mejores aforismos suelen tener siete palabras"; Gesualdo Bufalino: “Un aforisma benfatto sta tutto in otto parole [Un aforismo bien hecho consta de ocho palabras]”. Obsérvese que ambos autores cumplen con lo que predican en su aforismo: el que sugiere siete nos lo dice en siete palabras y el que aboga por ocho nos lo escribe en ocho.