martes, 21 de enero de 2025


ME COMPRÉ los dos primeros kilos de fresas de la temporada y me dije, Vanessa, mira que te conozco, por favor no te las comas todas de golpe, que ya tienes cincuenta años. Pero nada más llegar a casa me comí un kilo, así, a lo bruto, y en las dos horas restantes el kilo que me restaba. Me pasé toda la noche con dolor de tripa, naturalmente.

¿Qué futuro le espera como persona, como artista, como poeta, a una persona incapaz de controlarse hasta en las fresas más mínimas?