MISS VICO también me ha dejado. Desde hace año y medio o así me viene pasando esto: muchas personas con las que en el pasado tenía cierto contacto, aunque fuera solo vía redes sociales, me van abandonando. Al principio no le doy importancia; más tarde les envío un mensaje comentando algo al bies o preguntándoles qué les pasa conmigo... ¡y nunca contestan, por lo que doy por hecho que el asunto es grave! Siempre pienso que están enfadados conmigo por mis historietas de sissy (a todo el mundo le cuento unas historias rocambolescas sobre mi vida erótica salvaje, naturalmente falsas, pues hace por lo menos diez años que no he hablado más de cuatro horas con una persona) pero... ¡cómo va a ser eso tan grave, al punto de dejarme de hablar para siempre! Mis historias de sissy son un chiste... ¡a Loli le llegué a decir que me moría de deseo por un helicóptero! Más tarde pienso: ¿y si alguien ha conseguido acceder a mi portátil y ha encontrado mi imperio porno de pendrives o mis collages de poetas favoritas mezcladas con actrices o pornstars? Eso sería mucho más grave, desde luego, ¿pero tan grave como para que en año y medio nadie me haya mandado un mensaje diciéndome Vanessa, vigila mejor tu material privado porque te lo han hackeado? Al final pienso en algo muchísimo más grave y dañino: algún rumor falso sobre mí, inventado por los que me odian por lo ególatra o por lo antipatria que soy, que sigue extendiéndose porque yo, al vivir alejada de la gente, aislada con mis dos gatos, no respondo ni puedo defenderme. Pero al final también descarto este motivo, porque es el tipo de motivo que le gusta creer a quien padece de manía persecutoria, y yo no estoy tan acabada como para considerarme perseguida por todo el mundo.
Al final igual lo que sucede es que, como yo estoy en mi película y los demás en la suya, al final las gentes te acaban dejando porque esperaban más de ti. Este argumento me parece también flojito y no explica que me abandonen tan abruptamente, pero en fin. Al final todo se reduce a más soledad, ya ves qué problema.
Lo que me jode de haber perdido a Miss Vico es que no sé si de aquí en adelante voy a ser capaz de escribir sobre ella, ahora que sé que me desprecia. Siempre traté de evitar cualquier contacto con esa chica (hasta los mensajes que le envío son cada ciento en viento) con el fin de no caerle mal, pues ella es tal chute para mi imaginación que no necesito hacerla presente. Pero evidentemente sí necesitaba que ella conservara la curiosidad, o al menos cierto asombro ante una colgada de mi eslora. Esta noche he tratado de escribir sobre ella y, claro está, no me ha salido nada, porque no se me aparta de la cabeza que la diosa ahora me rechaza.
Otro clavo para mi ataúd. Soy la leprosa oficial de Madrid. Desde que me dejó Iratxe no me ha pasado nada bueno. Acabaré escribiendo poemas de amor eterno a las nectarinas, último capítulo de mi decadencia :)