HAY QUE tener mucho cuidado en estos tiempos cuando alguien te manda un mensaje privado preguntando por algún asunto literario; lo que te conviene es responder transmitiéndole a lo sumo una décima parte de lo que sabes, sin incurrir en el garrafalísimo error de abrumar con tu conocimiento, que ahora se llama "explaining", "paternalismo" o "ínfulas de superioridad intelectual":
—¿Pero cómo voy a fingir que soy tan analfabeta como ellos, si llevo ya 21 años en Madrid dedicando todo el día a los libros?
—Calla, calla, tú haz el papel de travelo rubia, tonta y chupapollas y te irá mucho mejor. No quieras hacer de Séneca escribiendo a Lucilio, que los Lucilios de hoy niegan su condición y enseguida te declaran odio eterno.