sábado, 30 de agosto de 2025

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OTRA DE las consecuencias de la falta de alquiler barato en España, de tanta importancia como las más visibles, es que impide el surgimiento del individualismo. La persona siempre vigilada, que vive con sus padres o comparte piso con otros, tiene complicado encontrar el tiempo suficiente para debatir consigo misma y formarse una personalidad propia. La que siempre tiene que compartir todo con otros, además, es una persona que se acostumbra al pacto, cuando no a la obediencia, y pierde el músculo de la justicia y la rebeldía. No soy enemiga de los pactos ni tampoco en todos los casos de la obediencia, pero los dos deben surgir en libertad para ser sanos; si en cambio surgen de una situación de necesidad u obligación, por fuerza tienen que derivar en conformismo, amargura o resignación.