...Y CUANDO hablo del "invento" mujer, excluyo por supuesto a mi madre o mis hermanas, como excluyo al 95% de vascas de las zonas eusquéricas, que padecen de la misma castración que los hombres, la provocada por una educación antihumana destinada a destruir tu sistema límbico. Puede salir alguna Iratxe milagrosa que consigue saltar las bardas, pero como caso único (y además Iratxe es de Basauri, que es España). Lo primero que descubres cuando viajas a una zona eusquérica es que las mujeres son hipermasculinas, más planas y más coñazo imposible, y que su conducta no excluye la violencia ni la imposición, igual que los hombres. Mientras en Madrid el patriotismo lo encabezan los hombres, en los pueblos eusquéricos son las mujeres las que llevan la antorcha del Gure: las que te insisten en fruslerías tan enormes como la importancia de ser "Basterrechea" o la necesidad de casarse con otro tedioso miembro de la tribu siempre son ellas; si las amas y las amamas desaparecieran, el error Euskadi no duraría ni cinco minutos. Cuando en Madrid todavía me preguntan que a ver cómo dejé yo Lauros, cuando vivía como un rey "rodeado de mujeres", se me llevan los demonios. Precisamente por el conocimiento que tengo de las mujeres eusquéricas yo concluí que el concepto mujer tiene que ser por fuerza un "invento", una creación cultural y no biológica, porque las mujeres eusquéricas también tienen tetas y tienen clítoris, pero da igual: ellas son la desvida, ellas no son mujeres.