lunes, 28 de julio de 2025


NUNCA HE negado que el individualismo no sea también egoísmo; lo que niego es que sea solo eso. El individualismo nace cuando te das cuenta de que los deseos standard que tienen los demás, la familia, el dinero, los amigos, la religión, la patria, son deseos dirigidos, no pensados para tu conveniencia sino para la conveniencia del grupo, de un grupo sectario (el único tipo que existe) montado en-contra-de otros grupos que te obliga a llevar una vida de animalidad estúpida (frente a la animalidad inteligente del que está solo). El individualismo es el esfuerzo que hago para racionalizar los deseos y escoger solo aquellos que me convienen, que están hechos para mí; también gracias al individualismo trato de eliminar las incertidumbres que tratan de generarme los colectivos que niego, que no son míos. Así, cuando los media anuncian "invasión" de subsaharianos en Canarias, a mí no me causan ninguna alarma, porque yo no creo en la patria; cuando se alerta de que el número de hijos por pareja está descendiendo en Europa, a mí no me importa, porque no creo en la familia ni en la blanquitud; cuando el ciclista Enric Mas termina cediendo en la montaña y el locutor se lamenta, porque piensa que va a ganar Pogačar, yo en cambio me alegro, porque soy individualista y lo que me emociona hasta las lágrimas es que gane EL MEJOR.