ALGUNO DIRÁ (nadie, son voces mías): “Ah, Vanessa, tú que arremetes contra los palabros raros o en desuso, y ahora quieres llamar a tus diarios Conticinios”. Pero una cosa es la prosa continua, donde estimo que se debe escribir con las palabras más frecuentes, y otra son los títulos, donde sí que me parece adecuado poner una palabra distinta, no imitable, para diferenciarme de los otros escritores con los que guardo cercanía, que suelen titular con “Diario”, “Cuadernos”, "Papeles" o “Apuntes”.