miércoles, 30 de abril de 2025


NO SE me olvide recordar antes de irme a la cama que el origen de la humildad existente (no confundir con la antigua humildad buena, la que no castraba los sueños, hoy ya olvidada) es religioso, pero sus grandes defensores son los mismos que te prometen a la vez una vida ultraterrena, en el caso de los tres grandes monoteísmos, o reencarnar como poco en un animal, en el caso del hinduísmo o el budismo.

¿En serio que existen personas sin la humildad suficiente para aceptar la muerte que luego se atreven a colocar a la humildad en el centro de sus prédicas?