sábado, 10 de mayo de 2025


ME COMPRÉ mi primer kilo de cerezas de la temporada y a la hora en que escribo ya están en mi estómago. Tengo dos antídotos que nunca me fallan cuando la soledad muerde: me voy al parque o me voy a la frutería.

No hay que regalar tu soledad a nadie, salvo a personas que te aumenten la sensación de existir.