sábado, 7 de junio de 2025


A PARTIR de los cuarenta se libra en el cuerpo el rally del envejecimiento, que es el libro de trucos que emplea la naturaleza para estirar la vida. En esta olimpiada de la decadencia, la hipersensible nota enseguida que no todas las partes se gastan a la vez: en mi caso los ojos fueron lo primero, lo segundo la musculatura, lo tercero la próstata, lo cuarto el oído. Lo más curioso es que mi cerebro no solo no cede sino que sigue creciendo, no se sabe hacia dónde, y hace cada vez más ridícula la pervivencia de un órgano expansivo en un recipiente que se contrae.