domingo, 1 de junio de 2025


HOY ES un día feliz porque un entrenador de fútbol nacido en España, Luis Enrique, que acostumbra a defender su ego y por tanto ha sido perseguido y calumniado por la habitual roña ambiente en la que (sobre)vivimos, ha ganado la Champions con el PSG y se ha convertido en el segundo entrenador de la historia, después de Guardiola, en conquistar un triplete (Liga, Copa y Champions) con dos equipos diferentes. Sugiero a los egocéntricos de España, que por lo menos seremos catorce, que aprovechemos el día de hoy, en que tenemos a la mayoría de los españoles metidos en las cuevas, muy confundidos, preguntándose cómo una persona tan encantada de haberse conocido como Luis Enrique está logrando semejantes éxitos, para celebrar con cava o champán la gloria de uno de los nuestros, pues no creo que pasen veinticuatro horas antes de que nuestros paisanos, recuperados de la pesadilla que acaban de sufrir, vuelvan a su habitual retórica de mediocres y tiñosos: "¡Lo importante en esta vida es ser humilde! ¡Imposible ser un gran entrenador sin humildad! ¡Imposible ser un gran artista sin humildad! ¡Imposible!"