MI CASERA me ha dicho que quiere vender mi piso, por lo que me voy a quedar sin el chollo por el que pagaba solo 630 euros. Ahora vuelvo al infierno: a tratar de buscar algo en Madrid con el combo travelo+dos gatos, que echa a todo el mundo para atrás. Encontrar una mera habitación me es casi imposible por la razón de mis gatos; encontrar un piso también por la razón del precio (puedo pagar hasta 800, quizá 900). Hasta estoy mirando ofertas de trabajo fuera de Madrid, en Andalucía o Portugal, pues me está quedando transparente que salvo milagro de última hora no puedo vivir en esta ciudad.
Qué tranquilos han sido estos dos últimos años, qué extraña esta casi serenidad. Ya dice Virginia Woolf que huir de la vida es imposible, ella siempre te espera en alguna parte.