sábado, 19 de julio de 2025


QUÉ DIFERENCIA entre el libro de conversaciones de Borges con Bioy y el de Goethe con Eckermann. Qué diferencia de persona, me refiero: mientras Goethe es un hombre agradable y agradecido, igual uno de los más amplios que ha pisado la Tierra, muy preocupado por ayudar a los demás escritores, con un rango de actuación que no solo se limita a la literatura sino que abarca la ciencia o el gobierno; un gran escritor que además es un gran ciudadano, que sabe que la vida se ha portado muy bien con él y trata de devolver los favores, siempre buscando la serenidad y el punto medio, que en su caso no es truco o conveniencia... y al otro lado Borges, un hombre negativo y mezquino, una metralleta de maledicencias, sin ninguna grandeza de miras con lo que no comprende, que se porta igual o incluso peor cuando se hace famoso que cuando no lo era, época en la que arrecia en sus mezquindades, como si quisiera vengarse de los demás. Y encima Goethe sabe mucho más, ¿eh? El conocimiento que exhibe Borges de la literatura y de la vida se reduce a menudo a detalles, a boutades, se fija en lo que no tiene hueso, se carga a los escritores solo por una metáfora desafortunada, está limitado a encontrarse con colas de perro que le impiden ver el perro, mientras que Goethe muestra una mirada tranquila, panorámica, es un hombre que sabe distinguir lo fuerte de lo débil, lo sustancial de lo accesorio, que siempre está en busca de las relaciones y los elementos que unen, por eso es tan comprensivo y tan afirmado a la vida. Comienzo a entender eso de Nietzsche, que decía que la mejor obra de Goethe son sus conversaciones con Eckermann: en Goethe fue la persona la que se alzó a inmarcesible obra de arte.