HE RECUPERADO mi blog globetrotter de escritoras, que ahora se llama CHIMAMANDA, con el fin de limitar mi querencia por el cromosoma XY de la literatura. Lo he llamado como la escritora nigeriana Ngozi Adichie porque Chimamanda me parece un nombre que tiene ángel (se vive más tiempo si lo repites siete veces al día) y como recordatorio con propósito de rectificación de la gran falencia de mis blogs globetrotters, que casi carecen de voces africanas y asiáticas. Precisamente Chimamanda habla de eso en la última entrada que he publicado esta noche.