LO QUE nos asusta de Borges es su perfección, tan inhumana. De ahí que todas las críticas que recibe su literatura vayan en el mismo sentido: es frío, es cerebral, es pura geometría, no hay espacio en su obra para lo erótico y casi ni para el amor. Obsérvese que son el mismo tipo de críticas que recibe la Inteligencia Artificial, a la que también se le reprocha gelidez y falta de espontaneidad, al punto de que se puede aventurar que la IA, cuando alcance su versión más perfecta, escribirá como Borges, igual que él dijo una vez que Dios, si escribiera, lo haría como Victor Hugo.