SOBRE LA mujer catalana que vivió 117 años y se convirtió en la más anciana del mundo, se dice que no padeció de estrés en su vida. Claro. Una persona que vivió una guerra (ella misma se exilió durante el franquismo), y que luego por vejez vio morir a todos sus familiares y amigos, es extraño que dure tanto si no tiene un cerebro único, budista, que ha aprendido a comprender y aceptar. Yo en cambio solo he sufrido la muerte de un ser querido en mi vida, mi padre, y todavía no lo he superado después de 21 años. Lo mires por donde lo mires, ser intenso es un collar muy pesado que no se justifica con los tres o cuatro poemas superiores a la media que podamos escribir en nuestra vida.