viernes, 3 de octubre de 2025

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FUI AL médico. Mi cita era para las doce y entré a las doce y veinte, lo que está muy bien. Tenía miedo de que me tocara una médica que se llama Renata, porque soy supersticiosa con los nombres, pero finalmente me tocó una que se llama Lydia. Lydia me dijo que me van a hacer una analítica para comprobar cómo tengo la próstata, a pesar de que no cree que tenga nada. Me dijo que lo mío puede ser cosa del urólogo y que allí me mandará lo más seguro, si la analítica confirma sus sospechas.

Le he dicho también que no oigo por la oreja derecha y me ha dado cita para la semana que viene, no sin antes pedirme que vierta una cucharita de aceite en mi oreja tres veces al día para que la cera acumulada se vaya ablandando.

—¿Cómo aceite, algún aceite en especial o el que echo a la ensalada?
—Sí, con el de la ensalada te vale.

Aquí estoy, de vuelta en Bardot, a la hora en que escribo esto, con mi oreja llena de aceite La Masía. Si es que mi vida es un chiste muy malo :)