viernes, 10 de octubre de 2025

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LA ANÉCDOTA famosa de Lao-Tsé, que se aferró a su regadera cuando se inventó el riego industrial por surcos "porque no se sabe adónde lleva eso", por una parte me parece contradictoria, porque la regadera también es un descubrimiento técnico, si bien no de la magnitud de los sistemas de riego. Creo que lo que nos quería decir Lao-Tsé es que nos gusta la calefacción, el teléfono o los colchones hipercómodos, pero no nos gusta la bomba atómica, la pólvora o las drogas sintéticas, que están unidas por el mismo hilo conductor. Todo no se puede, y es mejor no subirse a un bólido sin conductor. En el momento en que se abraza la carrera técnica, crecen las comodidades, sí, pero también los peligros.