domingo, 12 de octubre de 2025

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LO QUE he dicho en el texto de abajo, lo de que en la poesía oficial de España, que supuestamente está llena de poetas sociales y ultracríticos, no existe ningún poema contra el colonialismo español ni contra los ríos de sangre que causó, es la pura verdad. Me refiero a los oficiales; entre los que no figuraron en mis planes de estudio, en cambio, y se comprende que no figuren, sí que he leído poemas anticoloniales a Leon Felipe y antiEspaña a Leopoldo María Panero. Compárese esta situación con la de la poesía de Francia o Alemania, que está plagadita de poetas y escritores antipatria que denunciaron el colonialismo o barbarie de su nación.

Es la diferencia entre nacer en un lugar de verdad o en uno de mierda. Lo propio del lugar de mierda es la inseguridad identitaria; en ellos la obsesión principal es que "Euskadi se muere" o "España se rompe", por lo que si dices con toda la legitimidad del mundo que son estructuras que te dan náuseas, de inmediato te hacen el vacío. El lugar de verdad, en cambio, se siente tan fuerte y tan seguro de sí mismo que puede tolerar al Breton o Schopenhauer de turno. ¿Que Francia te parece una bola de grasa, cueva de arrogantes, nido de petimetres, basura colonial? Mira, no me lo repitas dos veces que te doy el Goncourt y te incluyo en la Pléiade.