¿SERÁN LAS Vidas Paralelas de Plutarco la mejor serie de libros jamás escrita, mezcla de verdad y belleza, historia y literatura, novela y filosofía, lectura aconsejable lo mismo para adolescentes que para adultos y hasta para ancianos que aún conserven frescas las rayas del tigre? ¿Cuántas veces me habré leído yo su Alcibíades o su Temístocles o su Cicerón? ¿Doce, quince, veinte?
Fueron el libro favorito de Rousseau, de Samuel Johnson, de Emerson, de Napoleón; admirado por Shakespeare, por Montaigne, Mary Shelley, Harry Truman, George Washington; fue uno de los best-seller del Renacimiento, que entronizó el lema "Mujer, Vino y gloria". Y cuánta falta hace, en los lugares donde nos dominan los humildes con todas sus desvidas, la lectura de un libro así, que estimula a la acción y advierte contra sus excesos; que defiende la intensidad sin olvidar la conciencia, que te anima a pisar fuerte sin pisotear a los demás.