ESTA ANÉCDOTA que me acabo de encontrar sobre la madre de Goethe es genial: dice la biógrafa Dagmar von Gersdorff en La madre de Goethe que Catharina Elisabeth Textor, que así se llamaba la progenitora del poeta alemán, tenía la costumbre de contarle uno de sus hermosos cuentos de hadas por la noche, pero se detenía en el momento más emocionante. Entonces se volvía a su hijo y le preguntaba: "Y ahora, piensa tú cómo escapar de este problema" o "¿Qué crees que pasará después?". Después, una niñera acostaba al pequeño Wolfgang y le pedía que le diera una continuación o final de la historia. Y Wolfgang escuchaba por boca de su madre una ampliación de lo que él mismo había propuesto a la mañana siguiente, durante el desayuno.
Esto me parece de una pedagogía brillante: ya desde el primer minuto, la madre de Goethe, en lugar de tomar a su hijo por un oyente pasivo, lo espolea para que participe en la historia y se convierta en creador, con las consecuencias benefactoras para el desarrollo de la fantasía del niño y la afirmación de su amor propio.