COMO ESTOY rastreando biografías de todos los grandes para mi curso de literatura universal, a veces me pego unos sustos tremendos. Dice S. P. B. Mais en Why we should read:
Dostoievski fue condenado a muerte tras una juventud sumida en la pobreza y la miseria.
Hombre, ¡ya los he visto más pobres! Dostoievski pasó una niñez, adolescencia y juventud bastante buenas. Él mismo dice que dos de las personas más importantes de su vida fueron su nodriza y su criado Lukich, que fue un soldado retirado que había luchado contra Napoleón. Cuando Fiodor tenía doce años, su padre se compró con sus ahorros y la dote de su esposa una finca rural, llamada Cheremoshnia, que tenía ¡cien siervos! El pequeño Fiodor disfrutó de profesores particulares de francés y su propio padre se encargó de enseñarle latín. Aunque no era clase alta-alta (por parte de su padre sí que lo era, pero venida a menos), vivía más que acomodado.
A los 28 años, eso sí, a Dostoyevski se le torció bastante la vida, pero no porque anduviera haciendo cosas de pobres, sino porque uno de los ocios de los jóvenes burgueses era jugar a revolucionarios, con el fin de derrocar al zar, y aunque está probado que ni Dostoyevski ni sus amigos hicieron nada más que leerse cartas o fragmentos de los nuevos utopistas, las fuerzas de seguridad del zar quisieron darle un buen escarmiento. Que el zar suspendiera la ejecución en el último segundo tampoco hay que tomárselo con un "mira qué suerte" o como una señal del destino, como hacen algunos biógrafos, porque era un truco que utilizaba mucho el zar con los jóvenes para que "se pusieran las pilas". No solo Dostoievski, sino otros jóvenes revolucionarios, cuando se trataba de simples cuñados a los que se les iba la fuerza por la boca, sufrieron el mismo castigo de estar "a punto de ser fusilados" y acabar a cambio en Siberia por una temporada.