martes, 22 de abril de 2025


JOSÉ ANTONIO Marina escribe bien, pero tampoco como para pegar gritos. Padece de la enfermedad de la tradición española (no en vano es lector constante de Ortega) de añadir enumeraciones o sinónimos sin venir a cuento. Escribe a propósito de Dios:
La idea de Dios, con independencia de su existencia o inexistencia, es una pasión constituyente, una gigantesca grúa elevadora, un gran atractor, un formidable imán, una dinamo, una clave para comprender la historia.
O sea, que es todas estas cosas:

1) Pasión constituyente
2) Gigantesca grúa elevadora
3) Gran atractor
4) Formidable imán
5) Dinamo
6) Clave

Me sobran por lo menos dos adjetivos y tres definiciones que están demasiado cercanas en lo semántico y solo producen cháchara. Vuelvo a repetir que la tradición española es redundante y que el 95% de sus genios no son genios, sino simples buenos autores corroídos por el gusano de la charlatanería. Hay que aprender a escribir en español con Borges, lo diré mil veces si hace falta: en Borges está el antídoto contra toda especie innecesaria de locuacidad.