CASO ÚNICO en la belleza de los topónimos es el de Bizancio, nombre estético donde los haya, que fue rebautizado primero como Constantinopla y luego renombrado por los turcos como Estambul. Constantinopla me parece mejorable (demasiado largo), pero entre Bizancio y Estambul no sé cuál de los dos nombres es más bonito.