MI INSTINTO me empuja a salvarme de los demás. Es un instinto que jamás le echa la culpa a Trump, a Putin o a Maduro, sino a las hordas de sandios en serie que permiten que una persona adquiera tanto poder sobre los demás. Si hubieran entregado su libertad a Buda, Jesús o Gandhi habrían cometido la misma insensatez.