ME TOPÉ con las primeras nectarinas de la temporada. Nada más vernos nos hemos abrazado casi entre lágrimas, pues mi escritura no se siente del todo libre sin la ligereza que me da esa fruta de fantasía, de rostro alegrista, que conserva adolescente el mejor cutis de todas las frutas. El verano ya viene y arrecia la cólera del sol, pero nada teme quien tiene nectarinas a su alcance.
