¡CONSEGUÍ PISO de alquiler! Está claro que el ángel de mi padre me protege y no quiere que me vaya de Madrid antes de convertirme en una leyenda. Se trata de un pequeño estudio por 700 euros, el agua y la luz a cuenta de la casera, a quien oculté que tengo dos gatos hasta después de echada la firma.
—Pero te dejo tener los dos gatos —me dice— si te comprometes a no meter personas, porque a mí me molestan mucho más las personas que los animales.
—No te preocupes por eso —le respondo—, que yo tengo unas características especiales para estirar la soledad.