LA ACTITUD con respecto a la existencia que más me gusta en el diarista es la de rechazo o inadecuación a ella, porque creo además que el diario se escribe para eso, como una secreción o respuesta a las dificultades que nos ponen los otros, dificultades entre las que se va modelando nuestro individualismo. También son Gide y Woolf los dos autores que destaco en este punto, mientras que Plath o Pizarnik, aunque también son cimas, de tan desgarradoras me causan claustrofobia lectora y me parece que incurren un poco en patología.