BIG MISTAKE la chica semaflora, big mistake la corredora de fondo desde abril al himalaya, big mistake la que se alimentaba de adjetivos descalificativos al primer beso que no llegaba en su punto de azúcar, la orientalista que deseaba quemar mi ego en el pebetero de las palomas olímpicas, o la panadera de nubes que hacía bollos con el blanco de los nimbos mientras yo qué hacía, yo no hacía nada, yo que soy más inservible que la cola transparente de los atardeceres, yo que ni siquiera sé hacerme dos gallinas en una sartén standard y ni siquiera conjugar el subjuntivo de mujeres irregulares.
