domingo, 6 de julio de 2025


DIJE QUE Eckermann era la cheerleader de Goethe y me quedé corta: en anotación de noviembre de 1823, Eckerman da veracidad a un antiguo ayuda de cámara de Goethe, que le cuenta que el genio alemán, en su juventud, ¡predijo un terremoto que se manifestó esa misma noche, si bien no en el mismo lugar sino en Mesina! O sea que Goethe estaba tan adelantado en las ciencias naturales que hasta predecía los terremotos, es que te tienes que reír, sobre todo teniendo en cuenta que en pleno 2025 el ser humano todavía no sabe predecirlos.

Con ello no quiero decir que el libro sea malo. Cada vez que en sus páginas habla Goethe, sus intervenciones son de una superioridad tremenda. Pero entre medias te tienes que tragar una o dos páginas de una prosopopeya que a mí me estraga.