domingo, 13 de julio de 2025


UNA ÚLTIMA advertencia para todos aquellos que, tras las dos exhibiciones del PSG ante el Inter de Milan y el Real Madrid, han elevado el concepto de presión a lo más importante del fútbol: ¿Os habéis parado a pensar si os toca enfrentaros a una acumulación de jugones como el Barcelona de Guardiola, donde solo en defensa y en el centro del campo contaban con Xavi, Iniesta, Busquets, Alba, Piqué, Alves, Thiago o Cesc, que se reían de las presiones más salvajes? Aquel equipo dejaba con la lengua fuera a los rivales más aguerridos y mejor organizados, que después de treinta minutos persiguiendo sombras ya no corrían tanto. ¿No será mejor o al menos igual de bueno invertir en jugadores que sepan romper la presión además de en jugadores que sepan practicarla? Acordaos bien de esto, porque la histeria actual de incidir ciegamente en los beneficios de la presión, soslayando los posibles perjuicios, puede llevar al error de sustituir a jugadores excelentes por futbolísticas hiperfísicos de menor calidad.