RELEYENDO ESTA troya de Borges contra Baroja, pienso que se ha estudiado poco la relación entre ellos: yo sugiero que el vasco enseñó al bonaerense algunas malas artes, sobre todo la de hacerse odioso a los ojos de todos. Sabido es que Baroja puso a parir a todos los escritores contemporáneos, sobre todo cuando ya estaban muertos, camino que enseguida tomó Borges; también es conocido que Baroja se convirtió en las últimas décadas de su vida en azote del comunismo, igual que llegaría a convertirse Borges; y que también coincidieron en sostener públicamente opiniones terroristas sobre algunas colectividades territoriales. En lo que respecta a Baroja, los hispanoamericanos eran para él "monos que imitan", los franceses vanos y fachadistas; San Sebastián "lamentable" y los donostiarras "infragente"; Valencia "repugnante" y los valencianos "el pueblo más antipático de España"; mientras que los escritores catalanes le parecían tan malos que "leerlos es como ir al dentista". A Borges, por su parte, los madrileños le parecían "pueblerinos", los catalanes "farsantes"; los estadounidenses "groseros y analfabetos"; Brasil no le gustaba "porque está lleno de negros"; Uruguay le parecía "un suburbio siniestro de Buenos Aires"; México le era "demasiado mexicano", mientras que los vascos le parecían inútiles, "más inservibles que los negros".
Se comprende que lograran hacerse odiosos y que hasta se hicieran chistes sobre ellos. De Baroja se decía que, si fuera en avioneta, "le costaría encontrar una tierra de la que no hubiera hablado mal para poder aterrizar". De Borges, por su parte, se decía que era la demostración de que Dios no existía "porque si Dios existiera, habría hecho a Borges mudo y no ciego".