TÓMESE ESTO como una mera elucubración maricrónica, pero creo que Blas de Otero dejó de reivindicar a Antonio Machado porque en el fondo le acabó haciendo daño la crítica que se les hace a los poetas sociales, la que les acusa de realismo plano y de no hacer avanzar el lenguaje. Que Otero “de repente” se pusiera a subrayar a César Vallejo o a Rimbaud lo entiendo un poco por ahí. Aunque la presencia de Vallejo es clara en su obra, sobre todo la de Poemas Humanos, la de Rimbaud no se la encuentro por ninguna parte, salvo quizá en Historias fingidas y verdaderas, que son en todo caso de un Rimbaud malo, pues a Otero le faltaba imaginación para la metáfora y arrojo para partirle las piernas al lenguaje.
Alguno me dira, pero Vanessa, cómo, ¿estás diciendo que Antonio Machado era mal referente para presumir porque era de un realismo plano y no hizo avanzar el lenguaje? Bueno, depende. Si tú te lees a Antonio Machado desde Bécquer o Campoamor, le encontrarás mucha innovación y vocabulario; si en cambio te lo lees desde Góngora, Darío o Aleixandre, parecerá pobre en los dos aspectos. Antonio Machado es un referente poético de la hondura, la verdad, el civismo y la inteligencia; pero como referente formal no es ninguna lumbrera. Ya he dicho muchas veces que al sevillano, sus enemigos, para acentuar su anacronismo, le llamaban “el mejor poeta español del siglo XIX”. Al ponerle Blas de Otero en primera línea de sus influencias, estaba reconociendo implícitamente su atraso y poca ambición técnica, solo treinta años después de las vanguardias, justo lo contrario que César Vallejo, del que he dicho muchas veces sin ser escuchada (porque tengo una merecida fama de antiEspaña), que es la completa refutación de la obra de Miguel Hernández y Antonio Machado, también de la de Blas de Otero, pues el peruano es capaz de la misma verdad, la misma hondura y la misma escritura cívica que los tres poetas españoles, pero con una ambición mucho mayor en las técnicas, donde llega a la gastronomía revolucionaria, y encima conserva el niño, el temblor y la ternura.
De hecho, como soy el saco de anécdotas más grande de Vallecas, voy a recuperar esta que leí en las memorias de Medardo Fraile y que acabo de subir a mi blog de anécdotas, chascarrillo que ilustra que en el mundo hispánico se lanzó por las mismas fechas la misma navajilla que en el mundo anglosajón. ¿Os acordáis del famoso ataque de Faulkner a Hemingway, cuando dijo a los alumnos de una universidad “cuando leo los libros de Hemingway nunca he tenido que levantarme para mirar en el diccionario alguna palabra que no sé”? ¡Pues en España se vivió la misma anécdota con estos dos poetas sevillanos como protagonistas, si bien uno ya había muerto! Aleixandre le dijo a Medardo Fraile que Antonio Machado era buen poeta, sí, “¡pero tiene un vocabulario tan pobre!”.