viernes, 26 de septiembre de 2025

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NADA MÁS vano que los sihubieras que tú no podías cambiar: ¿Y si hubiera nacido en un hogar doble, con anaqueles repletos de libros? ¿Y si me hubieran enseñado idiomas? ¿Y si hubiera nacido en un lugar bueno? ¿Y si hubiera conseguido escapar de Lauros antes de los treinta años?

Son sihubieras que olvidan además la parte beneficiosa, pues toda traba genera una oportunidad. Gracias al lugar en que nací desarrollé una capacidad poco común para resistir la soledad. Gracias a mi padre me hice una raíz buena que llevo a todos los lugares. Gracias a mis carencias tengo una rabia desconocida en otros, una concentración en mis rencores, un fanatismo insensato en mis posibilidades.