LOVECRAFT MI hermano del alma, salvo por lo racista y xenófobo que era. Dice Javier Calvo en la introducción a sus Cartas:
El hombre del que estoy hablando no tenía vida social, salvo cuando viajaba. No tuvo familia, más allá de un matrimonio fallido que no llegó a los dos años y exento de convivencia. Nunca trabajó, salvo encargos esporádicos como corrector y algún que otro artículo no retribuido. Vivió casi 47 años, y la mayor parte de ese tiempo llevó una vida muy solitaria. [...] Apenas tuvo contacto con el sistema educativo. Es casi seguro que nunca mantuvo relaciones sexuales.