martes, 21 de octubre de 2025

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LO QUE prueba la anécdota que acabo de subir a mi blog de chascarrillos, encontrada en el mismo libro de Pitol, según la cual Goncharov acabó detestando a Turgueniev tras una estrecha amistad, y, ciego de resentimiento, lo acusó de homosexual y llegó a decir que "tenía pruebas" de que el personaje de Emma Bovary en la novela de Flaubert estaba inspirado por Turgueniev, es que el insulto de los insultos, en todas las épocas y lugares, es el de maricón. Parece que es hijoputa, pero hijoputa es un insulto que no se refiere a nosotros, sino a nuestra madre; con maricón en cambio no puedes mirar a otro lado.

Claro que una sissy irredenta como yo no tiene ningún problema con eso. ¡Ojalá me insultaran todos los días comparándome con Medea, Madame Bovary, Ana Karenina o Lady Macbeth!