viernes, 24 de octubre de 2025

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DICE JAVIER Cercas en Esquire, el subrayado es mío:
Don Quijote de la Mancha es un libro que da mucho miedo a la gente y debería ser todo lo contrario. Es un libro gamberro, divertidísimo, ultrapopular y un best-seller de la época. Solo hay que hacer un pequeñito esfuerzo lingüistico al principio porque la lengua es un poco antigua. Pero en cuanto te acostumbras, descubres un libro maravilloso de una libertad total. Y no lo escribió para los cultos de la época sino para el pueblo llano, que se partía de risa leyendo sus ocurrencias.
Y tan pequeñito. La traducción del Quijote que hizo Trapiello al español moderno no la condeno, pero no la necesito para nada, porque desde Jorge Manrique en adelante puedo leer sin dificultad todos los clásicos castellanos, que además son clásicos de verdad, no como los que después nos vendieron como tales (tras la muerte de Gracián y Calderón se puede prescindir sin ninguna pena de la literatura en español, me refiero a la generada en la parte europea). Para los clásicos anteriores, además, existe una colección maravillosa de Castalia, Odres Nuevos, donde se vierten a español moderno. Decía Américo Castro en una carta a Ortega que dudaba de que el Poema del Mío Cid lo hubieran leído "más de veinte españoles", pero quién se va a meter dentro de ese libro sin ningún conocimiento del primer castellano (aparte de que antes de Manrique no se escribieron más obras maestras, opino, que los cuentos de don Juan Manuel y el Libro del buen amor).