lunes, 27 de octubre de 2025

1536


SER AMIGA de una misma, o al menos cómplice, eso ya es el 90% de cualquier cartografía vital, teniendo en cuenta que ni siquiera una madre, una pareja o un hijo consiguen liberarnos del todo de nuestra irremediable soledad. Si eres cómplice de ti misma y te tratas con mucha mano izquierda, el resultado inmediato es que tus errores no son tan grandes, ni tus fracasos tales fracasos, porque has aprendido a desvalorizarlos mientras te abres otra lata de cerveza. Pienso que la mejor autoescuela no es la que endurece, sino la que afloja, y me cuesta creer en una persona sana que no sea su propio bufón.