martes, 28 de octubre de 2025

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YA ES curioso que las migrañas, dolores de ojos y de estómago que padeció Nietzsche durante toda su vida desaparecieran por completo en el mismo momento en que enloqueció, no volviendo a aparecer en los diez años que transcurrieron hasta su muerte. Los expertos aluden a la naturaleza psicosomática de estas dolencias: Nietzsche se sometía a un estrés mental tan extremo que llegó un momento en que su mente no pudo resistir la presión y "se rompió", rotura que trajo aparejada el final de sus padecimientos.