martes, 4 de noviembre de 2025

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POR UNA parte los antiguos griegos estaban obsesionados con alcanzar la gloria; pero por otra no tenían menos obsesión contra la “hybris” o desmesura, de modo que toda su historia es un partido de tenis entre estas dos tendencias contrapuestas, la de los ambiciosos individualistas que a menudo cruzan la línea del exceso y el genocidio, y la de los humildes comunitarios que también a menudo se degeneran en la parálisis y la envidia.