jueves, 6 de noviembre de 2025

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ME ENTERO de que el apodo histórico más bonito que conocía, el de "El empecinado", del que me siento solidaria porque creo que todos los seres que circulamos en dirección prohibida somos un poco así, resulta que en el origen no tiene nada que ver con el significado popular habitual. Juan Martín Díez fue apodado "El empecinado" porque ese era el gentilicio con el que se conocía a los lugareños de su pueblo de Valladolid, Castrillo de Duero, por razón de que en esa zona existe un arroyo, llamado Botijas, que tiene bolsas de un cieno negro llamado pecina.