OCTAVO MONUMENTO para Tadej Pogačar. Este ciclista es la grandeza personificada. Estamos ante un nuevo Ali, un nuevo Pelé, un nuevo Phelps, un nuevo Bolt. Desde Greg Lemond en adelante se nos convenció de que la exigencia en el ciclismo había aumentado tanto que ya no se podían ganar las vueltas grandes si además corrías las clásicas, pero llegó este esloveno y reventó todas las normas: Pogačar gana lo mismo las carreras de un día, las de cinco y las de tres semanas. A mí me convenció de su status de leyenda el año pasado, en el mundial de Zurich, cuando ganó con un ataque ¡a 101 kilómetros para meta! Piénsese por un momento en el tamaño de esta hazaña: todo un pelotón coaligado, relevándose para capturar a un solo corredor, en la carrera de un día más importante del año, no pudo neutralizar a este monstruo en una distancia tan grande. En 45 años viendo ciclismo no he visto otra locura semejante.