ESTO QUE escribe Camilo José Cela en su libro de memorias La Rosa me pasó también a mí:
En mi casa echaron las campanas al vuelo cuando nací; fue muy festejada mi decisión de haber nacido macho y no hembra y, con ella, me apunté el primero y uno de mis escasos éxitos familiares. Cuando se trata del ganado vacuno pasa al revés, es curioso.
Pero en estos tiempos hay que esperarse treinta o cuarenta años, por si acaso, no vaya a ser que el pretendido macho acabe dándose aires de Rita Hayworth por Madrid :)