SALÍ CAMINANDO desde Alto del Arenal a las 21:00, bajé por la Avenida de la Albufera y fui superando Portazgo, Nueva Numancia, Puente de Vallecas, Pacífico, Menéndez Pelayo y Atocha, a la que llegué a las 21:36. A partir de ahí torcí por Paseo del Prado y, gran error, subí por Neptuno hacia el Congreso de los Diputados y luego hacia Sol, en medio de un terrible gentío. Aún así, seguí caminando por Callao y Gran Vía y luego, vía Princesa, llegué a Moncloa sobre las 22:15.
No estaba nada cansada, os lo juro. Siempre he tenido un gran cuerpo. A veces lo maldigo, porque es un pozo sin fondo egosexual, pero es un gran cuerpo, sin duda, que soporta en silencio mi calamidad de persona y se crece en el camino.
