POR CIERTO que al pasar por el Congreso de los diputados volví a ver los leones de bronce con la leyenda escrita de que se fundieron con cañones tomados al enemigo. ¿Os podéis creer que hasta ayer pensaba que la única persona de Madrid que le parece mal ese símbolo de guerra y antagonismo era yo? Pero he leído en la Wikipedia que en su día también hubo un grupito que se opuso:
Por fin, en 1865 los leones fueron terminados con el agrado y alabanza generales, salvo de un grupo de diputados que empezó a criticar el origen militar y guerrero del bronce, argumentando que no podían representar al congreso dos figuras realizadas con material de guerra, llegándose a hablar incluso de su destrucción, pero en 1872 se zanjó el debate y se colocaron en el lugar que ocupan en la actualidad.
Me alegro al menos de que hubiera una minoría a mi favor, ya que mi destino parece ser siempre minoría de uno.