miércoles, 29 de octubre de 2025

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EN EL curso de filosofía que imparte en la Universidad Popular de Caen, en las clases dedicadas a Freud, Michel Onfray habla de los cuatro años que pasó de niño en un internado, donde los curas salesianos a cargo le dijeron que la masturbación te podía dejar sordo, o que te reducía el cerebro, o que te agrandaba los pies y las orejas, o que te nacían hijos anormales. De pronto Onfray se dirige a sus alumnos y les pregunta:

—A ver, que levante la mano aquel que nunca se ha masturbado en su vida. ¿Nadie? Quizá algún manco...